Los pilotos hoy en día lo tienen «fácil». Tienen un cuadro de instrumentos en el avión que seguro que les dice hasta los nombres de todos los pasajeros. Pero hace unos años esto no existía. Y los pilotos requerían de una información adicional para pilotar, que los aviones del momento no disponían. No era una ayuda imprescindible para pilotar, pero si una información que en muchos momentos les ayudaba. De esta necesidad nacieron los relojes de piloto.
Un poco de Historia
A principios del siglo XX, los relojes todavía eran artículos de lujo que no mucha gente podía disponer de uno. Además estos relojes solo eran de bolsillo. En esa época, sino querías llevar el reloj en el bolsillo, atado a una cadena, tenias que hacerte una correa especial para poder llevarlo en la muñeca. Un problema para los pilotos, que necesitaban tener las dos manos en los mandos.
Fue en 1904, cuando el aviador brasileño, Alberto Santos-Dumont, le pide a su amigo relojero, Louis Cartier, que necesitaba un reloj grande, legible, y que pudiese verlo sin soltar los mandos de su avión.
El resultado fue el Cartier Santos, nombre que puso en conmemoración de su amigo. Un reloj cuadrado, con unos tornillos en la parte del bisel, y sobre todo de pulsera. El Cartier Santos, lanzado oficialmente en 1911, media el consumo de combustible, la velocidad del aire, la capacidad de elevación, la navegación, y cronometraje. Un autentico ordenador de la época. Para muchos, este fue el primer reloj de pulsera de la historia.

Como Tenían que ser los Relojes de Piloto
A partir de ese momento, numerosas marcas comenzaron a fabricar sus propios relojes de piloto. Marcas como Zenith, Omega o Breguet, entre otras, trabajaban en evoluciones sobre este tipo de reloj. Pero fue en la II Guerra Mundial, cuando este tipo de relojes dispararon las producciones de las marcas. Eran tiempos de estrategias, ataques coordinados, en los que un buen reloj de aviador era primordial para ganar una batalla.
Entre las numerosas funciones que podían añadir, los relojes de piloto debían tener unas características especiales para poder cumplir su función.
- Esferas grandes y legibles. los pilotos debían poder leer su reloj muchas veces en circunstancias adversas. Por lo que normalmente se hacían en esferas con el fondo oscuro, y los números blancos con un tamaño grande. La luminosidad para los vuelos nocturnos, era otro plus que era importante en una esfera de un reloj de piloto.
- La corona debía ser de un tamaño considerable. los pilotos necesitaban poder manipular sus relojes con los guantes puestos, por lo que una corona grande, les facilitaba bastante el trabajo.
- Taquímetro y bisel con numerosas lecturas. Esto con el tiempo fue avanzando cada vez mas. Pero gracias a toda la serigrafia de los taquímetros y biseles, los pilotos podían hacer numerosas mediciones de sus vuelos. Era lo mas parecido por entonces a un Smartwatch de hoy en día.
- Tener GMT, aunque no fue hasta los años 50, cuando Rolex lanzó el primer reloj con esta función. Aunque no la tienen todos los relojes de piloto, es una función que se añadió a muchos de ellos, debido a la utilidad que le daban los mas viajeros, entre ellos cualquier piloto de esa época, con el comienzo de los vuelos transoceánicos.
Y los Pilotos, ¿Utilizan estos Relojes?
Pues no lo creo la verdad, y estaría segura de que no lo hacen, al menos la gran mayoría. A partir de la década de los 80 y 90, los aparatos de navegación dieron un salto. La electrónica en los relojes también tuvo mucho que ver. Y hoy en día, no vamos a hablar de los Smartwatch, que incluso empiezan a incluir en todos los modelos cada vez mas funciones especiales.
Actualmente, es un reloj enfocado al publico civil, donde aquellos diseños que se hacían por un motivo, o una necesidad, hoy son para conseguir un mayor marketing, y generar mas ventas. Pero aun quedan muchos nostálgicos, amantes de la aeronáutica, y por eso las grandes marcas, continúan trabajando en nuevos diseños, y fabricando relojes de piloto.